En areodinámica, la barrera del sonido fue considerada un límite físico que impedía que objetos de gran tamaño se desplazaran a velocidad supersónica. Cuando un avión se acerca a la velocidad del sonido, la forma en que el aire fluye alrededor de su superficie cambia y se convierte en un fluido compresible, dando lugar a una resistencia mayor. Actualmente se sabe que, a partir de cierto punto, la resistencia ya no aumenta más y, de hecho, se reduce. Solo hay que disponer de mayor propulsión y mejor aerodinámica para vencer ese punto máximo de resistencia. Por cierto el disco blanco que se forma es vapor de agua condensándose a consecuencia de la onda de choque. Este fenómeno se conoce como "Singularidad de Prandtl-Glauert".